lunes, marzo 13, 2006

Electrodo

Un piso de agua constante permite la inmediatez del movimiento. Púrpura, púrpura, púrpura. El viento que llega del este comparte el misterio. Ya no, ya no. Somos granitos de vidrio, gotas de agua en el río. Todas las electricidades detenidas en cada punta inmediata forman ramas de estrellas pequeñas. Un árbol azul se ve, pulsa el tiempo en un fragmento de verde. Se ve. Éste es el bosque de árboles de agua luminaria. En el sueño no hay peligro, nadie lastima ni siquiera yo (ya no, mi púrpura purpúrea, los planetas bajaron del sistema para jugar a las escondidas). Y el viento trae más viento, del sur, del norte, del oeste. No celebran aún porque tienen miedo. Dónde se ha visto un bosque de agua y un río de luz. Por dónde amolar la tierra firme. A quién preguntar. Dónde dormir. Y cómo. Shhh… el púrpura se enciende.

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