lunes, mayo 05, 2008

Tren muerto

I-

Me ha traído a una estación
donde no respiro ni envejezco.

Tengo en mi mano
un puñado de flores de otoño,
la despedida original del sol
cuando nació desde la profundidad del agua.

Veo lo ajustado del tiempo
y del cuerpo abrazado a la vía.

Veo a todo el mundo llorando
y todo el mundo no es más que un punto
que juega a la memoria
cuando no hay pasado.