sábado, junio 10, 2006

Un gemido azul, un particular momento
en la punta de todos los dedos. Azul.

O la veta desnuda del surco,
o los ojos sangrando el frío,
ya
sea quien sea
al nadar en tierra,
puro ronroneo al ron ronrón.

O algún otro color
para que me fumen
y que me fumen
me fumen

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fumata fumarola
me suena a pesto
pomarola
de fideos
y el domingo con vino
y la tarde que
se marchita entre
teclados y pantallas.

Natalia dijo...

ser humo para deshacerse en la boca de alguien, para quedarse en los dedos, para tener una excusa para ser así de efímera, para desaparecer en la pura desnudez del frío de estas noches.