Oscuros pasillos traen la tela de tus gotas que gotean sensual.
Esos ojos que se arrastran, esos árboles que se van, esos enajenados del sol.
Y cuando se quiebran los brazos, el cielo se confiesa y bebe su vaso de vino.
Bebe como si bebiera la tela de tus gotas, cubriendo todo un destino de soplos.
Bebe buscando indefinirte, sin recuerdos ni olvidos.
Bebe como cuando una lágrima desestabiliza el mar.
Su vaso de vino.
Y al terminar su último trago, sospecha.
No hay países en el cine que abarcan esos ojos que se lamen,
esos árboles desnudos, esos universos.
Esos ojos que se arrastran, esos árboles que se van, esos enajenados del sol.
Y cuando se quiebran los brazos, el cielo se confiesa y bebe su vaso de vino.
Bebe como si bebiera la tela de tus gotas, cubriendo todo un destino de soplos.
Bebe buscando indefinirte, sin recuerdos ni olvidos.
Bebe como cuando una lágrima desestabiliza el mar.
Su vaso de vino.
Y al terminar su último trago, sospecha.
No hay países en el cine que abarcan esos ojos que se lamen,
esos árboles desnudos, esos universos.
2 comentarios:
ah ... tu poesía !!
muy dulce
desestabiliza
me quedo con "bebe como si bebiera la tela de tus gotas"
gracias
igluseña, las gotas del cielo bebedor me desestabilizan a mí...
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