Con el precipicio a sus pies y las manos en los bolsillos, gira de vuelta, a la derecha, y mira el nuevo cuerpo. Tiene camino. Se sonríe y empieza a caminar. En la tierra no deja huellas.
Hoy árboles se entrelazan alrededor de mí
Nada me mira
Como ojos fríos.
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