Pensé en este poema, escrito en un año lejos, cuando vi este cuadro de Lucho
Y para no faltar a nuestro trato: una sonrisa más.
Ahora que la sombra ilumina
los pájaros muertos que yacen sobre mis tejados,
que el sol oscurece
el brillo de mis pupilas perdidas,
no toquen las campanas a medianoche.
Atraviesa este paisaje mi sueño de un puerto
infinito
con grandes naves que se van y no piensan en
volver (*)
Otras campanas a medianoche.
(*) Fernando Pessoa, "Lluvia Oblicua"
en sueños no hay firmeza
Hace 1 día.
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